Menores de 20 años en riesgo social

Estrella del Sur, segundo de Agosto 1999
La Asociación Vida Nueva, que trabaja con "niños de la calle", en coordinación con la Academia de Trabajo Social Linz en Europa, realizaron una investigación sobre la situación que viven las familias, en diferentes barrios de San Isidro y determinó que existe un alto índice de población juvenil, en riesgo social.
El estudio indica que Pérez Zeledón alberga el 3.3% de la población de Costa Rica y se estima que los habitantes son muy jóvenes, entre ellos, la mitad de los pobladores tienen menos de 20 años.
Según el Comité Económico para América (CEPAL), el 22% de los costarricenses viven bajo la "línea de pobreza". Se calcula que 43 mil hogares no satisfacen ni sus necesidades de alimento; mientras que en 49 mil hogares, no tienen capacidad para satisfacer las necesidades básicas. El 5.7% de las familias viven en pobreza extrema y en la Región Brunca, aproximadamente el 32%de los hogares viven en la pobreza y un 10% en pobreza extrema.
El austriaco Andreas Linz, quien realizó la investigación, aseveró que "los niños de la calle" son los miembros más vulnerables y menos protegidos por nuestra sociedad, porque tratan de resolver los problemas de pobreza que sus familias padecen, o salen a la calle porque las relaciones entre ellos y sus familiares, son deficientes.
"Un cuarto de las familias que entrevistamos eran cogedores de café o cortadores de caña y por eso muchas se trasladaron y sus hijos no pudieron asistir a clases durante todo el año. Ahora estos niños tienen graves problemas en la escuela, porque unos van hasta el tercer grado y desertan antes y los demás, están en el primero o segundo nivel y ya tienen 12 años", manifestó Linz.
Por otro lado, se determinó que los habitantes de la Región Brunca, tienen ingresos mensuales promedio de ¢60.000, mientras que las mujeres apenas alcanzan los ¢33.000 y tomando en cuenta que la mayoría de hogares tiene jefatura femenina pues indicó que más del 18% de los pobladores viven con alrededor de 8000 colones por mes.
De las familias entrevistadas el 60% de los niños tienen que coger café durante la cosecha y por eso se retiran de las aulas; además, un tercio de los hogares tienen hijos que están en grados inferiores, con respecto a la edad y el resto no terminó la escolarización obligatoria pues la mayoría estudió el tercer grado.

Situación crítica

Una vecina del Barrio Tierra Prometida, quien prefirió no revelar su nombre, dijo que vive con su esposo y sus ocho hijos, en la casa de una hermana donde habitan 17 personas que se alojan en dormitorios que están en muy mal estado.
El trabajo de la familia es coger café. Cuatro hijos entre 12 y 17 años ya están trabajando y dos hijas que tienen 9 y 7 años, todavía no han ingresado a la escuela, lo que demuestra tanto la emigración que se da por falta de empleo, como la deserción por cacerecer de recursos económicos.
Otro ejemplo, que señala la crítica situación que viven centenares de familias en San Isidro, es el de una ama de casa del Barrio Cocorí, quien tiene siete hijos y su único ingreso mensual es de ¢6.500 que recibe por tener una hija discapacitada. La asistencia de esta menor requiere de mucho tiempo y la señora no tiene la posibilidad de salir de su casa. El esposo se fue para el exterior y asegura que no volverá; además, no cuentan con una vivienda propia.
Terminar la educación primaria es muy importante para todo niño y niña. De la investigación una gran cantidad de ellos, probablemente no terminará la escuela, ya sea por falta de apoyo familiar o por carecer de dinero.
Para tratar de contrarrestar este problema, la Asociación Vida Nueva, desde hace 3 años trabaja con los "niños de la calle" de San Isidro. Primero se creó "El Comedor" del PANI, un lugar donde los "menores trabajadores" pueden almorzar y participar en diversas actividades recreativas.
Asimismo, se abrió la "Oficina para la atención y prevención de la Violencia Doméstica", para apoyar a mujeres y sus familias, quienes sufren violencia en sus casas y Vida Nueva, trata de integrar a los "menores trabajadores" en las escuelas y colegios, fomentando sus contactos y las buenas relaciones con sus familiares.

 
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